Antonio García Teijeiro (Entrevista)

(Publicada en la revista PLATERO número 225, marzo – abril 2020)

1)- “El poeta es un atleta de la palabra” dice Luis García Montero.  ¿Nace o se hace? ¿Es un arte o un oficio?

Pienso que todas y todos tenemos algo de poetas, aunque lo desconozcamos. Sentimos emoción ante las cosas bellas y descalificamos aquellas que nos gustan. Y, a veces, lo hacemos con pensamientos –e incluso palabras- hermosas y directas.

A partir de esto, entiendo que el poeta se hace poco a poco hasta que decide poner por escrito lo que siente. Para dar forma a todo ello están las palabras. ¿Y de dónde sale la palabra poética? Pues de las lecturas que se van haciendo, del poso que van dejando, de las emociones que desprenden. Ahí nace el poeta que tendrá un largo camino para dar forma a todo eso hasta alcanzar su voz literaria. Arte y oficio. Ambos se necesitan.

 

2)-¿Cuáles han sido o son sus referentes poéticos?

El primer paso que di en mi trayectoria poética fue adentrarme en la literatura de tradición popular. Los excelentes trabajos de Ana Pelegrín y de Carmen Bravo-Villasante resultaron decisivos para comprender la base de la poesía para los pequeños: ritmo, juego, frescura, humor, musicalidad, absurdo, formas etc. Fue un descubrimiento que me marcó. Poco a poco, con calma, empecé a sentir la influencia de los grandes poetas españoles (Lorca, Alberti, Juan Ramón, Machado, Miguel Hernández) y la voz sólida de Rosalía, de los poetas trovadorescos gallegos, de Luís Pimentel, de Celso Emilio Ferreiro, Amado Carballo…para escribir en mi lengua gallega; una lengua que me habían robado ocultándomela y llenándola de desprestigio. Y ahora, nunca dejo de leer poetas nuevos que me abren caminos sin cesar.

3)- “Fuera del poeta no existe poesía sin el educador”, decía Paul Valéry: ¿Cuál debe ser la metodología o la didáctica adecuada de la poesía en el aula?

Partiendo de que no hay fórmulas mágicas, la figura del mediador o mediadora es fundamental para acercar la poesía a los niños y niñas. Yo creo en la lectura en voz alta para contagiar, sea en la escuela o en los hogares. La poesía resuena, se escucha, se repite, se canta y uno se emociona. El maestro ha de creer ciegamente en la bondad de que su alumando se introduzca en los poemas. No puede ser flor de un día para cumplir. Comenzar la clase con un poema es algo que me ha proporcionado enormes satisfacciones. Que conozcan formas, que lean e imiten estructuras poéticas, que no dejen de leer. La poesía, como decía una especialista portuguesa, no se enseña: se filtra. Y esa filtración vendrá de la ilusión, de la emoción, del convencimiento, de la necesidad.

4)- “La poesía no tiene sentido sin el sonido” decía también P. Valéry; “A algunos poetas les pasa lo que a los niños de un año, que son muy buenos, pero no se les entiende nada. Hoy más que nunca el poeta debe escribir claro, para todo el mundo, que se le entienda”, afirmaba Gloria Fuertes.  ¿Qué características debe reunir la poesía infantil?

 

Yo creo que una de las principales características debe ser la musicalidad. Y el ritmo, la claridad expositiva, el lenguaje muy cuidado, cierta capacidad para ser dicha en voz alta o cantada, cierto humor o ironía, lúdica en algunos momentos…. Y tiene que estar teñida de emoción. Que no se sirva de ñoñería es fundamental.

5)-¿Cómo ve el panorama actual de la LIJ en nuestro país?

Aparecen magníficos autores y autoras que le dan un cierto aire renovado en algunos casos. Pero existen ciertas modas que no me gustan demasiado. Hay muy buena LIJ, en general, pero noto, eso sí, muy poco espacio para la poesía y el teatro. Es una pena.

6)-Defina en breves palabras  su estilo poético

Muy musical, lenguaje muy cuidado, creación de imágenes bellas (es lo que intento) y mucha emoción en los poemas.

7)-Recuerdos de tu infancia literaria: ¿Qué libros le apasionaron, o autores, o intermediarios….?

Mi infancia literaria fue muy pobre: en mi casa no había libros, excepto dos o tres de mi madre de Elena Fortún y “su” maravillosa Celia. En el colegio, la lectura no existía. Leía tebeos y algún libro de Mark Twain, mitad letra, mitad imagen…en fin, un desastre.

8)-Hay datos estadísticos que nos ponen los pelos de punta: de cada 10 españoles, 7 no han pisado nunca una Biblioteca; el 80 por ciento de los docentes no son lectores; el 47 por ciento de los maestros nunca han utilizado la Biblioteca Escolar…Como docente y escritores: ¿Qué se podría hacer para el fomento de la lectura en las aulas?

Son datos que asustan, desde luego. Yo vengo manteniendo, desde hace tiempo, que mientras las Bibliotecas Escolares no tengan más protagonismo no hay nada que hacer en este sentido. La Biblioteca Escolar deberá ser el elemento dinamizador del centro. Por ello, tiene que haber un maestro/a-bibliotecario durante toda la jornada escolar y que se encargue de dar vida a la biblioteca y a la escuela. Planificar un programa para que los cursos hagan de ese espacio un lugar de conocimiento y placer por la lectura. Claro que para eso habría que cambiar muchas cosas y no soy optimista. Hay que estar convencido de ello y no veo voluntad de ir por este camino. Seguimos dependiendo excesivamente del voluntarismo y eso, para mí, no es bueno.