¿Cómo puede mejorarse el nivel de lectura de los niños y jóvenes?

(CINCO ARGUMENTOS PARA MEJORARLO DESDE LAS AULAS)

Es un crimen de lesa cultura que el alumno termine odiando la lengua y la literatura de su propio idioma” (Salvador Gutiérrez Ordóñez)

Esta es la pregunta que se planteaba, buscando respuestas, en el “Foro Educación El País” el 1 de marzo de 2020. Y aportando algunos datos que nos deben hacer reflexionar:”el tercer país de la UE que menos dinero destina a comprar libros, con solo Grecia y Bulgaria detrás”

Sin olvidarse de otras estadísticas, como que el 80 por ciento de los docentes no son lectores y que de cada 10 españoles, siete no han pisado nunca una Biblioteca…O la falta de tradición en nuestra marginada Literatura infantil y juvenil

Respuestas a tal interrogante que debían expresarse en una concisa respuesta, en un límite de palabras por motivos de espacio.

Me permito, pues, añadir cinco respuestas o argumentos, también sintetizados, sobre las tareas en que los docentes deberían implicarse para fomentar la lectura en los Centros Educativos, el segundo peldaño, tras la familia, en el cual el “vicio impune” pueda consolidarse como hábito y, en este caso, con referencias a diferentes especialistas en la temática que son, o fueron, mis mentores.

1)LA IMPORTANCIA DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES:

Si ya en el Congreso Nacional de Pedagogía de 1882 Manuel Bartolomé Cossio (1857 – 1935), pedagogo y sucesor de Giner de los Rios en la “Institución Libre de Enseñanza”, hace referencia por 1ª vez a la Biblioteca Escolar y su importancia. ¿Qué se ha hecho desde entonces para mejorarlas?

Las Bibliotecas escolares son la asignatura pendiente del sistema educativo español. En una Biblioteca, hay que poner en circulación un sinfín de recursos estratégicos – organizar, clasificar, tejuelar, ordenar, informatizar, seleccionar, animar, promocionar…- y por ello se supone que debe estar gestionada por personal cualificado, altamente motivado, liberado e incentivado.

Mi experiencia como “encargado voluntario” de Bibliotecas Escolares a los largo de 35 años, me dice que la mayoría están en estado precario, a cargo de docentes comprometidos, pero sin las suficientes horas disponibles para su organización y dinamización, sin los imprescindibles conocimientos de Literatura Infantil y Juvenil y de estrategias animadoras, sin remuneración y con los recursos económicos al libre albedrío del equipo directivo de turno.

Una atractiva, estética y bien organizada biblioteca – un hogar antes que una escuela – puede servir de estimulo para despertar sensibilidades lectoras y educar en el hábito de lo bello. Sin olvidarse que es más importante la calidad y actualidad de los fondos que la cantidad, y que debe cumplir tres objetivos básicos: sociales, pedagógicos y psicológicos.

Y tener en cuenta una cuestión evidente, en palabras del profesor Juan Mata, :“está más que demostrado que los índices de lectura en un centro aumentan de manera fulminante a poco que la biblioteca funcione con constancia y diligencia”

Las bibliotecas reservadas a los niños son una iniciativa que dice mucho a favor de la sensibilidad de un pueblo”, confirmaba Paul Hazard, el pionero en la reivindicación de la lectura en los niños y jóvenes.

2)DOCENTES FORMADOS Y MOTIVADOS:

Como ya sabemos por el actual confinamiento, solo los portadores de virus son capaces de transmitir el virus, y curiosamente “la lectura es una enfermedad de transmisión textual”, en palabras de Pennac, o lo que es lo mismo: “todos nuestros goces son aprendidos o imitados” (Savater).

Es totalmente cierto que “sólo consigue apasionar al alumno el profesor apasionado. Sólo consigue ilusionarse con una disciplina la persona que la conozca y la domine” confirma Salvador G. Ordóñez.

La educación lectora o literaria no debe ser solo el objetivo prioritario del profesor de lengua, o mejor de literatura, o función única del bibliotecario escolar.

Debe afectar a todo el ámbito docente, pues “cuantas menos palabras se dominan, menos posibilidades de pensamiento y conocimiento se tienen” aludiendo a la cita de Antonio Muñoz Molina. O incluso recurrir a Cicerón: “A hablar no se aprende hablando, sino leyendo”

Por lo tanto, como no existe el deseo sin la provocación, docentes que sirvan de modelos, apasionados por la lectura, educadores y animadores al mismo tiempo, excitando la curiosidad y despertando sensibilidades en los alumnos, “dando a oler que detrás de cada libro hay una orgía de placer” (D. Pennac), y sin olvidarse de este principio fundamental: “todos los niños nacen con el don innato de la curiosidad, que si no se excita, se desvanece” (Charles Dickens)

Un mal maestro puede matar cualquier texto y uno bueno puede revivir un periódico o un menú” dice el editor y bibliotecario mexicano Daniel Goldin.

3)DIDÁCTICA DE LA LITERATURA Y ESTRATEGIAS ANIMADORAS:

No nacemos no lectores, nos hacemos no lectores, y por ello, las estrategias dinamizadoras son fundamentales para formar lectores y no “leedores”. La educación lectora debe ser progresiva y gradual. Al igual que para la enseñanza de las matemáticas primero empezamos con la suma, luego con la resta, para seguir con la multiplicación y así sucesivamente hasta llegar a las ecuaciones, en la educación lectora debe implantarse un método que les haga subir placenteramente por la “difícil escala” e ir pasando poco a poco “de los hechizos literales a los hechizos literarios” (Savater).

Pero “los futuros profesores están muy condicionados por sus estudios lingüístico – literarios: proceden de una enseñanza formalista de la Lengua y de una enseñanza historicista de la Literatura” (Pedro C. Cerrillo) y por ello llegar al último “rellano” de la escala es complicado, aunque no imposible, como afirma Maryanne Wolf :“saber cómo iniciar en la vida lectora a todos y cada uno de los niños, con todas sus diferencias, requiere hoy una base de conocimientos tan compleja como la que puede necesitar un ingeniero, un científico espacial o un santo”

Si es de sentido común que “el verbo leer no soporta el imperativo”, pues ni obligar, ni pedir nada a cambio. Leer y esperar. Lectura- regalo. Y “recurrir de vez en cuando a lo informal”, tal como nos alecciona el profesor Pennac.

Y sin olvidarse de la importancia de la “atención conjunta o compartida” a la que aludía el filósofo Charles Taylor, aludiendo al interés de la narración oral, la condición clave para aprender el lenguaje humano.

Y algunas sinceras citas más para reflexionar:

-“La lectura entendida como “decodificación” o “desciframiento” del texto inhibe la emoción e impide la identificación” (M. Petit)

-“Deja leer a tu alumnado sin cortapisas de ninguna índole. Preocúpate en las clases de lengua y literatura de desarrollar su competencia lectora y literaria y, luego, deja que lea a sus anchas lo que le venga en gana” (Víctor Moreno)

-“En la escuela se leen los textos para juzgarlos y clasificarlos, no para comprenderlos. La criba de la corrección retiene y revaloriza los guijarros, dejando pasar el oro” (G. Rodari)

“El amor a la lectura depende de la tradición oral” (D. Pennac)

-“Mandato antipedagógico: leed este libro y haced un resumen de cada uno de sus capítulos” (Fernando Alberca)

4)COLABORACIÓN DE LAS FAMILIAS:

La colaboración de las familias con los Centros educativos es esencial en el desarrollo del hábito lector. El primer peldaño a subir en la escalera de la lectura: “cada nueva lectura edifica sobre lo que el lector ha leído previamente”, confirma Manguel.

¿Cómo va a leer un niño si en su hogar no se lee ni siquiera el periódico?”, se preguntaba G. Rodari.

Propongo algunas experiencias: unas jornadas de puertas abiertas en torno por ejemplo al Día de las Bibliotecas (24 de octubre) o del Libro Infantil y Juvenil (2 de abril); invitación a participar en actividades concretas: cuentacuentos, colaboración en tareas bibliotecarias, semana cultural; apertura de las Bibliotecas en horarios no lectivos; elaboración de guías de lectura o recomendaciones con motivos diversos para envío a las familias; una Escuela de Padres para asesorarles e introducirlos en el conocimiento de bibliografías y estrategias. ¿Y por qué no un “cepillo” en el cual se puedan ir depositando voluntariamente “donativos” para sufragar diferentes actividades culturales? ¿O clubes de lectura con la participación de alumnos, docentes y padres?

Y olvidarse, al menos en las primeras edades, de la “niñera consentidora online” que estimula la “mente saltamontes”.

No estaría de más tampoco, interesarse por experiencias como las “librerías escolares”, llevada a cabo en Inglaterra con evidente éxito : se trata de acercar los libros a los niños, proponiendo librerías infantiles en los centros escolares, para facilitar la compra y el acercamiento a la Lectura, o la experiencia de las “ferias del libro usado”, donde los propios alumnos se convierten en compradores y vendedores, intercambiando experiencias y promocionando sin quererlo la cultura.

5)CAMPAÑAS DE FOMENTO:

¿Se han planificado desde las altas instituciones Planes de Fomento de la Lectura consensuados y con unas premisas básicas? Una campaña idónea de Fomento de la Lectura es la que implica a organismos e instituciones, tanto públicas como privadas, desde por ejemplo, editoriales, librerías y bibliotecas, a centros educativos y medios de comunicación. ¿Y por qué no dar cobertura a personajes carismáticos – ¿Ronaldo, Messi? – comentando, o quizá mejor presentando, libros en las redes sociales? ¿Y no sería razonable un servicio de libros a domicilio a modo de tele pizzas?

¿Y premios literarios de LIJ con la participación como jurados de jóvenes lectores?

¿Y un desfile conjunto de discípulos y maestros mostrando libros bajo la sintonía del himno nacional en torno al “Día del Maestro”?

¿Cuántos medios de comunicación – cadenas de TV, emisoras de radio – aportan su granito de arena al fomento de la lectura? Tal vez va a ser difícil convencer a la TV de que dedique más horas a la cultura, en este caso a la lectura, porque sería como poner piedras en su propio camino, como dar facilidades a la competencia.

Muchos niños – piensa Harold Bloom – son lectores por naturaleza hasta que su instinto es destruido por los medios de comunicación”.

Recurrimos al autor Carlos Ruíz Zafón, fallecido en junio de 2020, para dar visibilidad a una promoción adecuada de la lectura, que tendría que basarse en tres premisas: “menos tonterías, más libros y mejores bibliotecas”

COLOFÓN: “Que decreten el exilio de la Literatura tiene algo de genocidio, de absolutismo totalitario”, en palabras de Andreu Navarra. Declaremos pues, a la lectura, patrimonio universal de los niños y adolescentes.

 

(Artículo publicado en la revista PLATERO número 233, nov-diciembre 2021)