Juan José Lage (Entrevista en ABC)

MÓNICA ARRIZABALAGA: Entrevista con Juan José Lage, 6 de junio de 2012)

-Existen muchos motivos para leer, pero en tu opinión, ¿por qué es tan importante leer?

Una frase de Antonio Gamoneda nos introduce en la clave de la importancia de la lectura: “leer es vivir dos veces”. Es cierto que como decía H. Bloom “no por leer los mejores libros vamos a convertirnos en mejores ciudadanos”, pero los profesores sabemos que el alumno buen lector desarrolla mejor sus capacidades de comprensión, tiene mas atenta la imaginación, se expresa mejor y este es un bagaje que le acompañara de por vida.

Todo esto aparte del placer estético que supone leer un buen libro,

-¿Cuál es el secreto para «contagiar» la afición a la lectura a un hijo?

Siempre he dicho que “animar a leer” es una cuestión de sentido común. “Nos convertimos en lo que contemplamos” decía un poeta inglés, lo que significa que el ejemplo es fundamental. Que vean leer – “todos nuestros goce son imitados”, confirma Fernando Savater –contarles historias – los cuentos de hadas son fundamentales – desde las primeras edades, regalarles libros con frecuencia – la edición ha mejorado muchísimo y hoy se editan libros en todos los formatos, diseños y precios – ponerles a su alcance libros que no estén muy por encima de sus posibilidades para no defraudarlos….

Es cierto que un libro debe ir siempre un poco por delante del lector, para ayudarle a crecer, pero en esto de la lectura yo siempre prefiero pecar por defecto que por exceso.

E insistir en la importancia de la narración en voz alta, en ser cuentistas, teniendo en cuenta que “el amor a la lectura depende de la tradición oral”.

 

-¿Es cierto que «quien no encuentra el camino del libro de niño ya no lo encuentra nunca»?

 

Esta es una frase de Astrid Lindgren, la autora de “Pippa Mediaslargas” y creo que acertada. Todo el mundo es consciente que para la adquisición de hábitos, cuanto primero se empiece, mejor. Es en la edad de la ingenuidad cuando todo se lee y asimila con fruición.  ¿Cómo motivar a un adolescente que ha terminado su escolaridad obligatoria sin leer un libro ni pisar una biblioteca para que lea y tome afición? Tal vez puede hacerse, pero lo veo complicado. Tal vez con libros que no superen sus posibilidades, que estén a su altura, que se ciñan a sus intereses inmediatos, siempre bien asesorados y apoyados…

 

-¿Qué falla para que un niño al que se le ha contado cuentos de pequeño y al que le gustaban los libros desarrolle una fobia cuando llega a la adolescencia?

 

Es cierto y es lo que los expertos llaman la “desmotivación creciente” o “desmotivación progresiva”.  Hay varios factores o causas de esa desmotivación: la sobrecarga de tareas escolares o excesivos contenidos del currículo que conlleva falta de tiempo para leer,   la saturación de lecturas obligatorias que se les imponen y que no entonan con sus gustos – con la consiguiente obligación de “ficha técnica” tras la lectura –  la falta de “competencia lectora”… o incluso ahora la sobreabundancia o exceso de títulos que hace casi imposible una selección de calidad.

Y entonces pasan de “lectores entusiastas” a “leedores por obligación”.

La pregunta es: ¿son recuperables esos jóvenes desmotivados? Pues pienso que si: hay que indagar en las causas de la deserción y tratar de encontrar los libros que estén cerca de sus inquietudes.

 

-¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los padres en su afán por que sus hijos lean?

 

Creo que uno de los errores más comunes es recomendarles libros de la época de cuando los padres eran niños o jóvenes, que a ellos les gustaron, sin tener en cuenta que las modas también pasan sobre los libros, y que no podemos ofrecer a los niños una época que no era la suya.

Otro error puede ser atosigarlos, negarles otros divertimentos si no leen, o incluso negarles o regañarles por la lectura de libros que no se consideran “de su edad”, sin tener en cuenta que la lectura es un proceso gradual, que se van subiendo peldaños poco a poco.

Lo que recomiendo es dejarles leer de todo y esperar los resultados con paciencia.

 

-Echar la culpa a la televisión, internet o la consola de que los niños no lean ¿es una excusa?

 

Pienso que leer es compatible con otras alternativas, en este caso los recursos tecnológicos. Lo que hay que hacer es darles a entender que leer, que un libro, puede ser tan interesante como, por ejemplo, cualquier programa de TV.

Estoy seguro que si ponemos en manos de un niño un buen libro que despierte su curiosidad, lo preferirá a cualquier otro entretenimiento audiovisual.

Y tengo una experiencia pedagógica que lo demuestra: muchos libros infantiles y juveniles fueron llevados al cine. En este caso, cuando se les plantea leer un libro y a posteriori ver la película en cuestión, casi siempre al final una mayoría dice que le gusta más el libro que la película.

Echar la culpa a los jóvenes de que no lean es muy fácil. Tal vez la culpa la tengamos los adultos que no servimos de modelo, que no damos ejemplo leyendo. O la sociedad en general, que no tiene entre sus preferencias la promoción de la lectura.

 

-¿Qué consejos les darías a unos padres que no logran interesar a sus hijos en la lectura?

 

Pues los mismo que da Daniel Pennac en su maravilloso libro “Como una novela” : que alimenten su entusiasmo, que les den a oler que detrás de cada libro hay una orgía de placer, que les acompañen en su esfuerzo, que exciten su curiosidad, que tengan en cuenta sus gustos y preferencias, que respeten su época y su tiempo – siempre hay un libro para un lector, el caso es encontrarlo – o actitudes más prosaicas del tipo de regalar libros con cualquier disculpa, acompañarlos en visitas a librerías o bibliotecas…y luchar por que en su Colegio o Instituto  haya una buena Biblioteca Escolar, institución que ayuda mucho en la formación de lectores. Y aprovecho para decir que en estado lamentable.

 

-¿Recomendarías alguna lectura a los padres? ¿Y alguna especial para niños (entiendo que hay muchas para distintas edades, pero quizá quiera destacar alguna)?

 

Para lo niños y jóvenes, siempre recurro a un autor – ya todo un clásico – cuya obra llega a todas las edades. Se trata del británico ROALD DAHL. Mi experiencia a lo largo de 30 años fomentando la lectura me dice que sus libros se adaptan perfectamente a los gustos de los jóvenes. Es iconoclasta, con mucho humor, siempre presente un tono oral, con un lenguaje muy cinematográfico. Y puedo asegurar que he hecho muchos lectores con este autor.

Y también los adultos pueden leerlo perfectamente, porque sus libros son para todas las edades, y esa es precisamente una de las cualidades de un buen libro: que se pueda leer en compañía y compartiendo la lectura.  Recomiendo especialmente sus relatos cortos, entre otros “La señora Bixby y el abrigo de visón” o “El hombre del paraguas”, perfectos por ejemplo para una narración oral.

Y además, para los adultos, ya que estamos conmemorando el bicentenario del nacimiento de Dickens, recomiendo algunos de sus libros que siguen siendo muy actuales: “Tiempos difíciles”, por ejemplo, o su novela autobiográfica “David Copperfield” donde dice algo que viene a cuento: “todos los niños nacen con el don innato de la curiosidad, que si no se excita, se desvanece”.